Tipos de ruido: de la contaminación acústica a soluciones innovadoras

Hay algunos sonidos sacan de quicio, mientras otros apenas se notan. El ruido puede ser estridente o apenas perceptible, pero siempre termina por invadir el espacio. Hoy vamos a analizar los tipos de ruido que nos rodean, desde el zumbido de un refrigerador hasta el estruendo de una obra en la calle. Descubramos cómo clasificarlos y, sobre todo, cómo combatirlos.

La variedad de tipos de ruido

El ruido no es solo «eso que no quieres escuchar»; son contaminaciones acústicas con múltiples caras, capaz de alterar la concentración, sueño e incluso el humor. Para controlarlo, primero hay que entender de dónde viene y cómo se comporta.

Clasificación según su origen y características

Los tipos de ruido son como animales salvajes. Algunos rugen (como el tráfico), otros gruñen (como una taladradora) y unos más silban (como el viento). La clave para categorizarlos está en dos factores: origen (¿es natural, industrial o urbano?) y rasgos físicos (¿es agudo, grave, constante o intermitente?).

Ahora, los niveles de ruido se miden en decibelios, pero no es lo mismo sufrir 80 dB de un concierto que de un taladro a las 6 a.m. La frecuencia, la duración y hasta el estado de ánimo influyen en cómo se percibe.

Ruido continuo, impulsivo, de baja frecuencia: definiciones y ejemplos

Ahora hablemos específicamente de los ruidos:

  1. Ruido continuo: es el clásico «fondo sonoro», que se instala en la cabeza. Por ejemplo, el ronroneo de un ventilador o el traqueteo de un tren lejano. No es explosivo, pero su constancia es desgastante en la medida que no cesa.
  2. Ruido impulsivo: son esos sonidos que producen una fuerte exaltación (un portazo, un petardo o el golpe de un martillo). Breves, pero tan intensos que hasta pueden dañar los oídos si toman a alguien desprevenido.
  3. Ruido de baja frecuencia: es el fantasma de los ruidos. No se escuchan claramente, pero se sienten: vibraciones de motores, el retumbar de un subwoofer o el zumbido de un transformador. Se cuela por las paredes y deja a las personas con una migraña sin explicación.

Ruido aéreo y ruido estructural: vías de propagación

Por otro lado, tememos los siguientes dos tipos de ruido:

  • Ruido aéreo: viaja como el humo y se expande por el aire. Las risas de los vecinos, el ladrido de un perro o la televisión del piso de arriba entran por esta categoría. Para frenarlo, se necesitan barreras: ventanas gruesas o cortinas pesadas.
  • Ruido estructural: este es el más escurridizo de los ruidos. Se mueve por paredes, suelos y tuberías. ¿Se escuchan pasos en el piso superior o el tintineo de los platos cuando alguien cierra un cajón? Eso es ruido estructural. Combatirlo requiere aislar las estructuras, como poner alfombras o instalar soportes antivibración en electrodomésticos.

Identificación y tratamiento de tipos de ruido específicos

Saber qué tipos de ruido son los que nos atormentan es como diagnosticar una enfermedad: sin un buen diagnóstico, el remedio falla. Aquí van las pistas para detectarlos y las soluciones para cada uno.

Cómo reconocer y caracterizar diferentes ruidos

Primero, hay que reconocer su procedencia. ¿El ruido es un compañero constante o aparece en ataques esporádicos? Se pueden usar apps de medición de decibelios para cuantificarlo, pero también hay que confiar en la intuición. Por ejemplo:

  • Si el zumbido persiste incluso cuando se tapa los oídos, hay que sospechar de ruido estructural.
  • Si el sonido varía según se cierra la ventana, es probablemente ruido aéreo.

Estrategias de control y mitigación para los distintos tipos de ruido

  1. Ruido continuo soluciones:
  • Instalación de paneles acústicos en paredes y techos para absorber el sonido y reducir la reverberación.
  • Uso de alfombrillas acústicas en suelos para minimizar la transmisión de ruido de impacto.
  • Colocación de cortinas acústicas que actúan como barreras adicionales contra el ruido aéreo.
  1. Ruido impulsivo soluciones:
  • Aplicación de materiales absorbentes bajo maquinaria en obras para amortiguar golpes y vibraciones.
  • Instalación de paneles acústicos suspendidos en techos para reducir el eco y la propagación del ruido.
  1. Ruido estructural:
  • Instalación de falsos techos con aislamiento utilizando materiales para reducir la transmisión de sonido entre pisos.
  • Uso de paneles acústicos de madera para mejorar la absorción del sonido en espacios interiores.

Ejemplos prácticos de abordaje de diferentes tipos de ruido

¿Cómo aplicar soluciones reales a problemas cotidianos de ruido? Aquí van ejemplos concretos, con técnicas y materiales que marcan la diferencia (y sí, algunas pistas sobre dónde encontrar herramientas profesionales):

  • En oficinas abiertas: el ruido aéreo de conversaciones cruzadas suele convertirse en una pesadilla. Para atenuarlo, paneles acústicos absorbentes instalados en paredes o entre mesas reducen la reverberación. Busca diseños modulares que no solo funcionan, sino que se integran visualmente en espacios modernos. ¿Un plus? Si el problema persiste en techos, sistemas de falsos techos fonoabsorbentes ayudan a crear un ambiente de trabajo más silencioso.
  • En viviendas con ruido de vecinos: contra el ruido estructural de pasos o muebles arrastrándose, una solución eficaz son los suelos flotantes con capas de material resiliente, que amortiguan impactos. Para ruidos aéreos (como música alta) existen paneles decorativos que combinan estética y absorción sonora. Perfectos para no sacrificar el estilo por el silencio.
  • En locales comerciales (bares, gimnasios): el ruido impulsivo de cristalería, máquinas de ejercicio o sistemas de audio se controla con revestimientos de paredes y techos de alta densidad. Materiales como lana de roca, combinados con estructuras diseñadas para disipar ondas sonoras, son ideales.
  • En hospitales o centros de salud: el ruido continuo de equipos médicos o pasillos requiere soluciones que no acumulen bacterias. Paneles acústicos sanitarios, fabricados con materiales lavables y porosos, absorben el sonido sin comprometer la higiene.

La importancia de identificar y actuar sobre los tipos de ruido

Los distintos tipos ruido son como invitados no deseados: algunos se van rápido, otros se quedan años. Identificar si es un ruido aéreo, estructural o impulsivo marca la diferencia entre sufrir en silencio o recuperar la paz. Pequeños cambios, como usar tapones o aislar ventanas, pueden transformar tu entorno. Al final, se trata de crear espacios donde el silencio no sea un lujo, sino una realidad. ¿Y a ustedes? ¿Qué tipo de ruido les quita el sueño?

Bibliografía:

  • Lepe, P. (2025, 20 de febrero). La contaminación acústica, la contaminación silenciosa. UNIR.
  • Villena, M. (2023, 18 de abril). Silencio, sonido o ruido. Cómo el bienestar en casa entra por el oído. El País.

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