Niveles de ruido: tips para entenderlos y proteger tus oídos

Niveles de ruido: ¿cómo afectan tu salud y bienestar? | Ideatec

El ruido es algo con lo que tenemos que convivir, aunque no siempre seamos conscientes de su presencia o su impacto. Sin embargo, los niveles de ruido juegan un papel importante en nuestra productividad y también en nuestra salud. Por eso, es esencial entender cómo medir y controlar el ruido es importante para poder crear ambientes donde realmente estemos cómodos y concentrados.

¿Qué son los niveles de ruido y cómo se traducen a decibelios?

Los niveles de ruido se refieren a la intensidad sonora que los oídos perciben. Específicamente, el oído humano. Esta intensidad se mide en decibelios (dB) y varía desde el umbral más bajo de audición, 0 dB, hasta 120 dB, que es el umbral del dolor.

Dentro de esta misma escala, 30 dB pueden corresponder a un susurro o a un ambiente muy tranquilo. Los 60 dB se mantienen durante una conversación normal, mientras que los 85 dB, que comparan con el ruido del tráfico pesado, ya pueden ser dañinos. En especial, si la exposición se mantiene durante mucho tiempo.

Ahora bien, en todos los contextos existen límites establecidos sobre los decibelios permitidos. Ya sea en espacios industriales o laborales. Esto se regula a través de normativas locales e internacionales, que buscan proteger nuestra salud auditiva y evitar lo que conocemos como contaminaciones acústicas. En general, se recomienda que los niveles de ruido no superen los 80 dB.

La percepción de los niveles de ruido

La intensidad sonora no es el único factor que determina si un sonido es incómodo o molesto. La percepción del ruido también depende de otros factores. Por ejemplo:

Frecuencia

Los sonidos de alta frecuencia, como un chillido agudo, un silbido o el pitido de un electrodoméstico, suelen percibirse como más intrusivos y molestos que los sonidos graves. Esta percepción tiene que ver con la sensibilidad del oído humano. Nuestros oídos se activan de manera más intensa a frecuencias elevadas.

Por eso, un ruido agudo interrumpe la concentración de inmediato, incluso si no es demasiado fuerte. En espacios como oficinas o salas de reuniones, es indispensable controlar estos sonidos mediante paneles absorbentes.

Duración

Un sonido fuerte pero corto, como un portazo o un disparo, suele ser molesto en el momento, pero pasa rápidamente. En cambio, si hay un ruido constante, aunque de menor intensidad, esto genera incomodidad permanente. El zumbido continuo de un sistema de ventilación mal aislado o el ruido de tráfico pueden saturar la mente. Esto produce fatiga mental, estrés crónico y problemas de sueño (MedlinePlus, 2024).

Contexto

El entorno determina cuánto ruido es tolerable. Un nivel sonoro que puede ser esperado en un taller industrial (donde hay maquinaria en funcionamiento y el uso de protección auditiva es normal). Pero, por otro lado, es problemático en un entorno de concentración, como una sala de reuniones o una biblioteca. El contexto define los estándares de confort acústico.

Por eso, la gestión de los niveles de ruido no es universal, sino adaptativa. Un acondicionamiento acústico eficaz reconoce este principio y adapta soluciones a cada espacio, logrando ambientes más productivos, cómodos y saludables.

¿Cómo afecta el ruido la salud y el bienestar?

La exposición prolongada a niveles de ruido elevados provoca consecuencias irreversibles; por ejemplo:

  • Estrés y fatiga mental: la sobrecarga sonora afecta la concentración y el rendimiento cognitivo. El cerebro, al tratar de filtrar y procesar ruidos constantes, se ve obligado a mantener un alto nivel de alerta, lo que agota sus recursos.
  • Trastornos del sueño: ruidos superiores a 40 dB durante la noche pueden interrumpir el descanso.
  • Pérdida auditiva: a partir de exposiciones continuas a 85 dB sin protección (Cleveland Clinic, 2024).
  • Riesgos cardiovasculares: el estrés que causa el ruido hace que haya un aumento en la presión arterial. También, a veces, acelera el ritmo cardíaco. A largo plazo, incrementa el riesgo de afecciones cardiovasculares.

La gestión de los niveles de ruido en espacios laborales, educativos o residenciales no solo es una medida de confort, sino una inversión en salud y calidad de vida.

Clasificación de niveles de ruido

La escala de niveles de ruido permite categorizar las intensidades sonoras en diferentes rangos:

  • Susurros, entornos tranquilos y bibliotecas: ruido leve (0 – 40 dB).
  • Oficinas, conversaciones y tráfico ligero: ruido moderado (41 – 70 dB).
  • Aspiradoras, tráfico denso y talleres: ruido fuerte (71 – 90 dB).
  • Conciertos y sirenas: ruido muy fuerte (91 – 110 dB).
  • Despegue de aviones y maquinaria pesada: ruido extremo (111 – 130 dB).

La identificación de estos rangos permite determinar qué tipo de soluciones acústicas son necesarias según el entorno.

Niveles de ruido comunes en diferentes entornos

A continuación, una referencia de los niveles de ruido en entornos habituales:

  • Hogar:
    • Sala de estar: 40 – 50 dB.
    • Cocina en uso: 50 – 60 dB.
    • Lavadora centrifugando: 70 dB.
  • Espacios laborales:
    • Oficina abierta: 60 – 65 dB.
    • Taller o fábrica ligera: 80 – 90 dB.
    • Sala de reuniones: 35 – 45 dB (idealmente acondicionada acústicamente).
  • Espacios públicos:
    • Calles transitadas: 80 dB.
    • Terminales de transporte: 85 – 95 dB.
    • Restaurantes: 70 – 80 dB.

Acondicionar estos espacios utilizando paneles fonoabsorbentes hace la diferencia entre un entorno caótico y un ambiente más tranquilo y seguro.

¿Cómo evaluar y gestionar los niveles de ruido perjudiciales?

La medición del impacto del ruido se realiza con sonómetros calibrados. Para interpretar correctamente los resultados, se deben considerar:

  • Tiempo de exposición: no es lo mismo un pico sonoro aislado que una exposición continua.
  • Ubicación: paredes, techos y superficies reflejantes amplifican el ruido.
  • Uso del espacio: un espacio productivo requiere una atmósfera controlada

Para darle solución al ruido, pueden aplicarse las siguientes estrategias.

Diagnóstico acústico

El primer paso es realizar un estudio del espacio. Esto se hace para identificar puntos críticos. ¿Qué sucede durante la evaluación? Básicamente, se revisa la geometría del lugar, los materiales constructivos y las principales fuentes sonoras que pueden impactarlo.

Instalación de paneles acústicos

Los paneles acústicos son la base del acondicionamiento sonoro. Se recomienda utilizar productos de alta calidad, como los paneles de Ideatec. Estos permiten reducir la reverberación y controlar el ruido. Además, se pueden encontrar diseños elegantes o casuales que se adaptan a cada contexto.

Uso de techos acústicos y difusores

En espacios amplios o de techos elevados, los techos acústicos y los difusores son aliados imprescindibles. Los techos acústicos, además de absorber el sonido, ayudan a uniformizar la acústica del entorno, evitando concentraciones de ruido. Por su parte, los difusores permiten distribuir el sonido de forma equilibrada, mejorando la inteligibilidad de la voz y la calidad acústica general.

Aislamiento de fuentes sonoras

Una estrategia efectiva para reducir el impacto del ruido es encapsular maquinaria, generadores o sistemas de ventilación. Asimismo, siempre que sea posible, es recomendable ubicar estas fuentes ruidosas lejos de las áreas de trabajo o descanso. En entornos industriales o corporativos, diseñar barreras acústicas o salas técnicas separadas contribuye significativamente al confort acústico.

Control de la reverberación

La reverberación excesiva amplifica la percepción del ruido, dificulta la comunicación y genera fatiga auditiva. Para evitarlo, es fundamental incorporar elementos que absorban las ondas sonoras antes de que reboten de forma incontrolada. La combinación de paneles acústicos, techos fonoabsorbentes y mobiliario tapizado permite un control efectivo de la reverberación y crea ambientes donde la concentración y la productividad fluyen sin interrupciones. Un espacio donde el sonido está bien gestionado es un espacio donde las ideas fluyen, la productividad crece y las personas se sienten cómodas. Y, al final, eso es lo que realmente importa.  Aunque a veces es un detalle que puede pasar desapercibido, la forma en la que se regula el ruido transforma significativamente la percepción de un entorno.

Referencias

  • Cleveland Clinic. (2024). Noise-Induced Hearing Loss (NIHL). Cleveland Clinic.
  • MedlinePlus. (2024). ¡Demasiado ruidoso y demasiado brillante! NIH MedlinePlus Magazine.
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