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ToggleLa sensación sonora es la característica perceptual del sonido, la cual está ligada directamente al concepto de intensidad, lo que quiere decir, la forma en la que el oído percibe la intensidad. La ley de Weber-Fechas dice que “la sensación es igual al logaritmo de la intensidad del estímulo, siempre que este quede referido a la sensación umbral”.
La unidad de la sensación sonora es el bel o belio, aunque siempre se suele usar el dB, que es la abreviatura utilizada para el decibel o decibelio, la décima parte del belio.
Por norma general, el oído humano escucha sonidos dentro de un rango dinámico de 20 Hz (0,02 kHz) a 20.000 Hz (20 kHz). El límite máximo suele ir decreciendo a medida que se va teniendo más edad. De hecho, muchos adultos no pueden escuchar más de 16 kHz.
La frecuencia más baja que han identificado en un tono musical es de 12 Hz en unas condiciones específicas de laboratorio. Los tonos que se encuentran entre los 4 y los 16 Hz, pueden llegar a ser percibidos físicamente por el sentido del tacto del cuerpo.
El rango de intensidad con el que cuentan los sonidos audibles es muy amplio. Los tímpanos del oído humano son sensibles a cualquier clase de variación en la presión del sonido, pudiendo detectar los cambios de presión tan pequeños como algunos micropascales a más de un bar.
Por ello, el nivel de presión del sonido puede medirse también de forma logarítmica, con presiones referenciadas a 20 µPa, El límite inferior de audibilidad se define como 0 dB, aunque el límite superior no se encuentra definido, al menos no tan claro como se piensa.
En este caso, el límite superior es más una cuestión relacionada con el límite de sonido donde el oído recibirá daños o que tenga un gran potencial para causar daño auditivo de forma permanente.
Si se explora de manera más profunda sobre los límites de audibilidad se determina que el umbral mínimo en el que un sonido no se escucha también depende de la frecuencia. Cuando se mide esta intensidad mínima para probar diferentes frecuencias, el umbral absoluto depende de la frecuencia absoluta de audición,
Por norma general, el oído cuenta con un pico de sensibilidad de entre 1 y 5 kHz, aunque los cambios del umbral con la edad con oídos más desgastados por el paso del tiempo tienen una disminución de la sensibilidad que supera los 2 kHz.
La frecuencia absoluta de audición es el nivel más bajo de las ecualizaciones sonoras. Éstas indican el nivel de presión sonora (dB SPL) en el rango de las frecuencias que se oyen, las cuales se perciben como de igual sonoridad.
La ecualización sonora fue medida por primera vez en los Laboratorios Bell en el año 1933, en el uso de los tonos puros que se reproducen mediante auriculares. Los datos que se recopilaron se llaman Curvas de Fletcher-Munson gracias a que fueron los que hicieron esta medición por primera vez.