Efectos perjudiciales del ruido en nuestro día a día

Al hablar de una estancia con mala calidad sonora, la gente tiende a pensar en espacios grandes, como auditorios, salas de concierto o incluso restaurantes, donde es muy importante el entendimiento del sonido que transmite el emisor. Sin embargo, este problema puede darse en estancias más pequeñas, como la sala de juntas de una oficina o cualquier habitación de una casa. En cualquier caso, contar con una buena acústica en ellas es fundamental para evitar la aparición de ruido y facilitar la audición y comprensión de quienes se encuentran en ella.

El principal problema relacionado con la calidad sonora de una habitación es la reverberación. Este es un fenómeno caracterizado por la permanencia de la onda sonora en la estancia una vez que el emisor ha dejado de transmitir. Esto se debe al rebote con paredes, techos u otros objetos. Sus principales consecuencias son la dificultad que supone al receptor la correcta audición del mensaje y la pérdida de información, en algunos casos importante, que esto conlleva. Si se mantiene en el tiempo, puede agravarse y suponer problemas de salud.

Causas de la mala calidad sonora de una estancia.

La mala calidad sonora de una sala puede estar causada por diversos factores. En primer lugar, un diseño acústico inadecuado puede propiciar la aparición de puentes acústicos, que son puntos en los cuales se crean vías libres para que el ruido pueda cruzar las paredes. Un acondicionamiento incorrecto o insuficiente provoca que los ruidos del exterior puedan colarse en la sala, distorsionando el sonido que se produce dentro de ella y provocando distracciones.

En una estancia, es fundamental que el sonido se distribuya de manera uniforme, evitando puntos en los que pueda concentrarse y provoque que en unas zonas se dificulte la audición y en otras se concentren ruidos molestos. La mala curvatura del suelo y de las paredes puede hacer que el sonido no se reparta por toda la habitación por igual, evitando su propagación con normalidad. El diseño de la sala con una asignación uniforme de los puntos de intensidad sonora repartidos es fundamental para evitar esto.

Por último, se debe prestar atención a las paredes u objetos lisos, que tienden a reflejar las ondas del sonido y a hacer que se propaguen de manera incorrecta. Las superficies planas, las pantallas grandes o las paredes de cristal favorecen el fenómeno de reflexión propio de la reverberación.

La solución más efectiva para el problema de la calidad sonora es el revestimiento de la estancia con paneles o difusores acústicos , que aseguran una correcta absorbencia de los ruidos molestos que pueden producirse en su interior, así como la distribución uniforme de las ondas sonoras. En Ideatec te ofrecemos una gran variedad de productos fonoabsorbentes y un trato personalizado que no solo elevarán la calidad sonora de la estancia, sino que además se caracterizan por ser soluciones elegantes y prácticas.