Vivimos en un mundo donde hay mucho ruido, más del que podemos imaginar, lo que se conoce como contaminación acústica, algo que puede afectarnos seriamente a nuestra salud. Junto a la contaminación lumínica y atmosférica, este es uno de los temas que más preocupan a los expertos en medioambiente.
¿Qué es exactamente la contaminación acústica?
La Ley 37/2003 del Ruido define claramente lo que es. Según ese texto legal se define a la contaminación acústica como la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones, cualquiera que sea el emisor acústico que los origine, que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativos sobre el medio ambiente.
El tráfico rodado es uno de los responsables de esta contaminación
Muchos estudios revelan que la principal fuente de contaminación acústica que hay en las ciudades es el tráfico rodado, algo que es notable en prácticamente todas las ciudades, donde hay picos horarios que suelen producir una gran cantidad de decibelios, más que los que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Con el crecimiento en cuanto a la utilización de los coches, motocicletas y muchos otros vehículos, la contaminación acústica se ha elevado en todas las ciudades, llegando a ser intolerable en algunas.
De hecho, Vigo ha sido considerada recientemente como una de las ciudades con mayor polución acústica de España, por encima de las grandes capitales y en muchos casos llegando a superar los 65 decibelios en algunos lugares a causa del tráfico.
El ruido excesivo no solamente provoca molestias a las personas o también a los animales. Una exposición continuada a los ruidos puede provocar problemas de salud y muchos síntomas asociados como una reducción de rendimiento tanto laboral como académico y personal. Impide conciliar bien el sueño e incluso puede hacer que tengamos más estrés del que ya se tiene.
Es muy importante tratar este tema porque todos, quien más o quien menos, estamos expuestos al ruido intenso que se pueden llegar a producir en las ciudades, pero no solo por el tráfico intenso sino también por tener cerca una obra, estar próximos a un aeropuerto o estación de transporte, etc.
Es importante tener en cuenta que para evitar la contaminación acústica no existe una solución sencilla. Puede pasar por la modelización acústica del lugar, realizar mapas de ruidos y otra serie de medidas que pueden reducir este problema que nos afecta a todos.