Control de ruido: cómo reducir la contaminación acústica

El ruido no siempre se percibe como un problema, hasta que compromete la funcionalidad de un espacio, o impide cumplir con una normativa. En arquitectura, diseño y entornos industriales, abordar el control de ruido implica mucho más que reducir molestias: se trata de garantizar condiciones óptimas de habitabilidad, productividad y cumplimiento técnico.

3 principios básicos del control de ruido

Inicialmente, es conveniente saber que el control de ruido se apoya en tres pilares fundamentales:

  1. Fonoabsorción: consiste en la reducción de la energía sonora contenida dentro de un recinto, mediante materiales capaces de absorber el sonido incidente. Estos materiales (porosos, fibrosos o con estructura celular abierta) convierten parte de la energía acústica en calor. Así, disminuyen la reverberación y mejoran la inteligibilidad y el confort acústico.
  2. Separación acústica: se refiere a la capacidad de un sistema constructivo para minimizar la transmisión del sonido entre recintos contiguos. Esto se logra a través de elementos de alta masa, soluciones multicapa, y la introducción de cámaras de aire o desacoples estructurales, rompiendo las rutas de propagación del sonido.
  3. Atenuación: implica la disminución gradual del nivel de presión acústica a lo largo de un trayecto determinado. Puede lograrse mediante la optimización del diseño arquitectónico, el uso de pantallas acústicas, tratamientos paisajísticos, o la integración de materiales con propiedades específicas de dispersión o absorción.

Por ello, comprender la interacción entre estas tres estrategias es clave para diseñar espacios acústicamente controlados, y adaptados a los niveles de ruido esperados.

Materiales y elementos para el control de ruido

Del mismo modo, el diseño acústico exige soluciones técnicas basadas en materiales certificados, con prestaciones medibles. Algunos de los más utilizados incluyen:

  • Paneles absorbentes de alta densidad, para reducir reverberación en interiores.
  • Membranas y láminas aislantes multicapa, para control estructural del ruido.
  • Paneles difusores, para equilibrar la distribución energética del sonido.
  • Sistemas modulares, que permiten flexibilidad en la instalación y mantenimiento.

En todos los casos, la elección debe considerar los decibeles permitidos por la normativa local y el tipo de espacio en cuestión.

Técnicas activas y pasivas de control de ruido

Asimismo, el control de ruido puede abordarse desde dos enfoques complementarios:

  • Técnicas pasivas: incorporación de materiales y elementos constructivos que modifican el comportamiento acústico del espacio. Son soluciones de bajo consumo y alta durabilidad.
  • Técnicas activas: uso de tecnología y dispositivos electrónicos para generar ondas sonoras que contrarrestan el ruido (cancelación activa). Se aplican especialmente en entornos con fluctuaciones dinámicas de ruido.

Ambas soluciones pueden coexistir en proyectos complejos, garantizando resultados adaptativos y sostenibles, frente a los diferentes tipos de ruido que afectan a los espacios construidos.

Por esta razón, identificar correctamente el origen y la naturaleza del ruido es clave para definir estrategias acústicas eficaces:

  • Ruido aéreo: se transmite por el aire, generado por voces, música, tráfico o maquinaria. Es común en edificios residenciales, oficinas abiertas y entornos comerciales. Su control se basa principalmente en el uso de barreras de aislamiento y sistemas de absorción.
  • Ruido estructural: viaja a través de los elementos sólidos del edificio, como muros, suelos y techos. Se origina por vibraciones que afectan la estructura, como las que producen los sistemas HVAC, ascensores o grandes equipos industriales. Requiere desacoples mecánicos y bases antivibratorias.
  • Ruido de impacto: se produce por choques directos sobre superficies, como pisadas, golpes o arrastres. Es muy común en edificaciones multifamiliares y afecta la calidad de vida de los residentes (Arenas, 2022). Además, los sistemas de suelo flotante, alfombrado técnico y láminas resilientes ayudan a reducir este tipo de transmisión sonora.
  • Ruido vibracional: similar al estructural, pero más complejo por su frecuencia variable e impredecible. Se presenta en entornos con maquinaria pesada, generadores o instalaciones industriales. Su tratamiento exige una evaluación detallada y la aplicación de soluciones específicas de control dinámico y materiales de alta amortiguación.

Control de ruido en diversos ámbitos

Sin duda, cada tipo de ruido plantea desafíos distintos que exigen un enfoque personalizado. Por supuesto, todo depende también del espacio y el contexto en el que se desee aplicar la solución acústica.

Arquitectura y construcción

Por su parte, la arquitectura contemporánea enfrenta el reto de integrar diseño, funcionalidad y confort acústico. En espacios como viviendas multifamiliares, hoteles, hospitales, centros educativos o coworkings, el control de ruido influye directamente en la experiencia del usuario. La implementación de soluciones acústicas específicas desde la etapa de diseño permite:

  • Minimizar la transmisión entre unidades habitacionales.
  • Cumplir con los valores límite de contaminación auditiva según normativa.
  • Elevar el valor de certificación de sostenibilidad y bienestar (LEED, WELL, BREEAM).

La innovación en materiales estéticos y funcionales permite lograr resultados acústicos, sin comprometer la coherencia del diseño arquitectónico.

Contexto industrial y laboral

En entornos productivos, controlar el ruido es más que un estándar técnico: es una obligación legal y ética. La exposición prolongada a altos niveles de ruido afecta la salud auditiva, disminuye la concentración y reduce la eficiencia del trabajo.

Es posible alcanzar los decibeles establecidos por las normativas laborales, sin comprometer la operatividad del espacio. ¿Cómo? Mediante soluciones como:

  • Cabinas insonorizadas.
  • Pantallas acústicas móviles.
  • Encapsulamiento de maquinaria.
  • Revestimientos industriales resistentes.

Además, el uso estratégico de tecnologías de monitoreo y análisis acústico permite optimizar los diseños, y documentar el cumplimiento regulatorio.

El control de ruido no es una opción técnica secundaria, es una necesidad fundamental en cualquier proyecto arquitectónico o industrial. Es la forma más eficaz para cumplir con estándares modernos de eficiencia, salud y bienestar.

Integrar estrategias acústicas desde las fases tempranas del diseño permite prevenir problemas estructurales, mejorar el rendimiento funcional de los espacios, y ofrecer una experiencia sensorial de calidad.

Las contaminaciones acústicas no deben asumirse como inevitables. Existen soluciones, materiales y técnicas que, bien aplicadas, garantizan espacios más confortables, sostenibles y ajustados a la normativa vigente. ¿En búsqueda de soluciones acústicas integrales para un próximo proyecto? Entonces, es hora de conocer Ideatec, que ofrece una gama de productos de alto rendimiento, en la que el diseño, la innovación y la sostenibilidad se combinan para brindar soluciones efectivas de control de ruido.

Referencias Bibliográficas:

  • Arenas, J. P., & Sepulveda, L. F. (2022). Impact sound insulation of a lightweight laminate floor resting on a thin underlayment material above a concrete slab. Journal of Building Engineering, 45, 103537.
  • Infobae. (2022, 8 de marzo). ¡Silencio! Cómo reducir ruidos y lograr calma en el hogar.
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